Aunque trata de mantener al presidente del consejo -que hace alarde de su poderoso encanto seduciento hombres- lejos de los problemas, el vicepresidente Chiga-kun se encuentra a sí mismo siendo absorbido por el poder y la fuerza del presidente. Chiga-kun se pregunta cómo él, siendo un individuo inteligente, pude estar fascinado a regañadientes por un chico tan simple y de campo... Pero cuidado, el presidente tiene carácter.